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Corina: ayer, hoy y siempre. La crónica del S01E07 #corina7

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Se acerca el final, ¡maldita sea! Llevamos semanas disfrutando como oligofrénicos de este singular show. Se nos han ido algunos clasicazos que nos han dejado huérfanos: el inconmensurable Yong Li, el mequetrefe Álvaro “Rompetechos”, Eminemcito, han desaparecido personajes sin avisar como El Vampiro, incluso nos han cambiado de día el show y ahí seguimos, acudiendo obediente y religiosamente a la cita de los Lunes. Lo primero, perdonad por no haber entregado la crónica del Episodio 6, no encontré la inspiración, me pareció un tostonaco de programa muy serio. Reconozco que estuve a punto de perder la fe en este magno show. Obviamente no lo hice y de nuevo disfruté como un gorrino con las pre-semifinales. Estamos prácticamente en la antesala del final, un final que sería dramático para nuestra existencia sino fuera porque ya han anunciado la inminente llegada de la  3ª Temporada de QQCCMH, una noticia que fijo que amortiguará nuestras penas. Mientras tanto, y hasta el agónico final, sigamos disfrutando de Corintia y los suyos con fruición y confiemos en que la locura, el chaos y el shock se adueñen de la cercana final. Pasemos a diseccionar el delirante último episodio de “Un tarao para Corina”.

¡Roma NO!
Sopor, soñarrera, anestesia mental, coma emocional, modorra visual, narcosis existencial… y demás incómodas e inapetentes sensaciones fueron las que sentí con el viaje a Roma. Quitando la neurosis y paranoia del policía y el ataque de risa de Capitán América durante el botellón (hay que ser mamón para hacer botellón en una habitación estando en Roma), el viaje fue un rollo patatero. Eso sí, y hay que celebrarlo como merece, por fin tuvimos momentos apoteósicos de verdadera vergüenza ajena. Las citas de  los tortolitos nos dejaron escalofríos de porca vergonya, tan necesarios en este tipo de programas, de esos que te recorren el cuerpo, de los dedos de los pies a la cocorota. Francamente, los echaba de menos.

Guillermo, just in time.
Tardó en aparecer. Guillermo, el supuesto entrenador de baloncesto, modelo en su imaginación y sospechoso actor de reparto en series como “Cuéntame” nos regaló momentos estelares y eso hay que agradecérselo. Se fue por la puerta grande. Si Guillermo no es actor voto por encerrarlo en un psiquiátrico.  Primero me gustaría aplaudir su desastrosa cita, una carambola atroz de comportamientos y dejes primates que ahuyentaría a las pencas más desesperadas del Badoo. En la gloriosa cita emitió ruidos guturales de todo tipo, leyó una misiva con un ritmo que parecía un niño con problemas o un analfabeto de la Guerra Civil, se atragantó con un ñoqui y habló todo lo que quiso con la boca llena. La pobre Corina, testigo presencial de su trituradora bucal, bastante educada estuvo y ni siquiera vomitó. Y él, mientras hacía todas estas cosas feas y engullía platos llenos sin parar pidió una ración triple de spaguettis soltándole a Corina una pregunta mega-peligrosa que colmó su paciencia: “¿has visto “La Dama y el Vagabundo?» Ahí las sonrisas se congelaron y la cita se acabó. Para rematar el episodio Corina le dio un plantón monumental y lo descartó sin ni siquiera despedirse. Dicen las malas lenguas, y yo me lo creo, que esa noche  Guillermo fue avistado haciendo eses por la fontana de Trevi y demás puntos neurálgicos de la capital italiana, luciendo una camiseta de Orenga época Estudiantes bañada en alcohol, en pelota picada cintura para abajo, beodo como una cuba y hablando a voz en grito sólo con vocales. Mágico fin de fiesta. Fan. Tardío pero fan.

Resacón en Tenerife.

A primera vista la alineación de losers que se quedaron en Tenerife me dio pereza pero la química que desprendieron  juntos desde el primer instante me emocionó sobre manera. Sus paseos en furgoneta, sus charlas y comentarios, la aparición de la sospechosa yanqui de Seattle, el infringimiento constante de la ley y el amago de fiesta me chiflaron mucho. Primero por corroborar que Brian de la Vega es el tapado del show, un auténtico rockanrolla, un desfase de simpatía macarra con clase, un hit de tipo. Se merece que la productora le regale el chimpancé del que le habló al falso psicólogo argentino. Es muy raro pero mientras le veía actuar, colarse en la piscina y en el cuarto de Corintia, ligar con la guiri y demás fechorías me entraron unas terribles ganas de salir de fiesta con él. Es genuino, abierto y encantador y tiene un tatoo crepuscular donde adiviné el cartel de bienvenida de Las Vegas, un Delorean (el coche no un miembro del grupo) y un micrófono con los que cantaba nuestro héroe común, Elvis Presley. Casi me olvidaba de mencionar su arte de seducción y su tronchante relación con Javier, el amiguísimo enorme de Corintia. En todo momento pareció que le iba a soltar un sopapo, yo por lo menos lo esperaba. Su desprecio me encantó, especialmente cuando le interrumpió soltando aquello de “tranquilito, que me estoy comiendo una mandarina”, como si pelar y tragar una mandarina fuese un acto sagrado en el que la interrupción es un pecado capital y un sacrilegio. Fan 4ver. Una cosa tremenda es como ni uno solo de los concursantes sospechó nada de la repentina aparición de la escultural americana. Una pedazo guiri, pelirroja con pelazo, sin estrías ni granos, dentadura impecable, ojos azules, cara porno… aparece, se tumba a tomar el sol en temporada baja delante de estos seres extraños y ¿ni uno sólo se pregunta si es un topo?

Otro que nunca defrauda es Quique “Tripi” Pastor. Que alguien haga un Change.org para convertirlo en la mascota oficial de Cuatro con puesto vitalicio y obligando al Canal a tenerlo constantemente y hasta que se muera saltando de un programa a otro sin pausa y aunque no pegue. Ojo, que ya he visto más de una gorra con hélice por Malasaña, encima creando tendencia. Injusto que no le dieran más minutos y para el recuerdo su charla inspiradora con Borja Valdivieso instándole a alejar el “no” de su vida en pro de un positivismo más constructivo. Hasta mi tocayo me cayó bien, así como no me hizo gracia su famosa “mirada del tigre” me divirtió mucho que al ser expulsado confesara que tenía esperanza en que Corina le eligiera a él. Coincido con mi amigo y admirado Manuel Spicnic en un pensamiento que  nos corroe y no deja de sorprendernos y es la extraña manía que tienen los concursantes de este show por verse, ilusos ellos, con ciertas probabilidades de acabar con Corina. Borja Valdivieso y sobre todo el papantas larguirucho de Guillermo, auto-confeso contrincante importante, competidor y guapo, choca tanto con lo que vemos los demás seres humanos que sólo tiene una explicación: o los concursantes son limítrofes, justos de mollera, o realmente algunos están haciendo el papelón de sus vidas. Otra cosa que me chocó es la admiración que causó la dentadura de la yanqui de Seattle.

Y para casi el final me dejo a Diego Betancourt, que para mí fuma de lejos mucha más droga que Quique Pastor. Puede resultar incomprensible desde lejos que Corintia se fije en él, incluso que le besara después de lo de “la voy a llevar en mi yate que se llama POLLA” pero lo que no puede ser, y espero que no pase, es que Corina al volver de la fiesta loca que ha sido Roma se derrita con la prosa escupida en ese enormísimo diario. Sí, el bendito diario me superó. Así como me declaré fanático de los ataquitos de llorera y de sarpullidos de Pau Muntaner, me encantó como de repente, un cruce mental llevaba a Diego a aislarse y dedicarle, con esa letra de chiquillo con problemas, lindas sentencias de amor a su querida Corina. Lo reconozco, me encantaría leer ese diario. ¿A vosotros? Tan sólo un apunte más, aplauso y ovación de 3 minutos en pie al montajista y sonidista del programa una vez más. Ese momento en el que vemos al gallego fan de Scorpions cayéndose a cámara lenta al son de un gutural grito marsupial, digno de un elefante marino en celo, nos hizo retorcernos de risotadas en casa. Gracias.

¿Os digo una cosa? Me da pena que esto se acabe. Por eso, he decidido antes de irme listar una serie de spin-offs que me encantaría que existiesen. Todas estas ideas son copy-left así que si algún productor televisivo me lee puede plagiarlas sin miedo a represalias legales, es más, les pido que lo hagan. Ahí van:

El Canal Oficial de Los Corintios en Youtube.
Una serie de videos cortos con Eminemcito, Yong Li, Rompetechos, Valdivieso, el Vampiro, Pau Muntaner, el birollo que echaron el primer día, el indie marketiniano, el Ken mariposón y demás figuras donde darían rienda suelta a su arte. Monólogos penosos, confesiones, peleas, recetas de cocina… cualquier parida serviría y se almacenaría en este canal. Menudo HIT.

Corintia Shore.
La casa colindante de Gandía Shore serviría de escenario a una casa donde convivirían rodeados de alcohol, discotecas y mujeres inalcanzables nuestros protagonistas. Lo emitiría la MTV provocando el cross-over en algún episodio puntual, ¡imagínense a Yong Li con Ylenia! y se emitirían a la vez permitiendo al espectador mediante una aplicación ver ambos programas a la vez e incluso hacer mash-ups de ambos.

Gran Tróspido
El término acuñado y popularizado por el simpar e irrepetible Hematocrítico (no se pierdan su nuevo artefacto físico «Drama en el Portal» editado por Caramba Comics) sería la coletilla que mejor definiría el reality show definitivo: un mega programa donde convivirían en una casa los más grandes concursantes de todos los tiempos. David Escur, Pedro, Guillamet y los gemelos peleones de Granjero Busca Esposa. Rubén, el Quimifucker e Isidoro Baides de QQCCMH. Arantxa, Ylenia y Esteban de Gandía Shore, Nube, Saendy y Carolina de Confianza Ciega. Todos los transexuales de Gran Hermano. De Mujeres Ricas Mar Segura, Marianna Nannis, Charlotte Caniggia y sus hermanos, el deportista cabeza hueca y el pintor bohemio. Oh, también, Olivia Valere y sus dos maridos. Pocholo de la época Hotel Glam. Y por supuesto nuestros Corintios favoritos: Eminemcito, Yong Li, Rompetechos y así un sinfín de personajazos que conformarían un reality show que duraría dos años retransmitido las 24 horas. Dios me oiga.

Ah, y antes de irme un caluroso saludo a Yong Li y a sus nuevos quereseres sociales. Yong-Li ya está cerrando bolos en discotecas nocturnas de esas con flyer de tías en bolas, es verdad que le pega pero a mi me hacia más ilusión verlo continuar su carrera al estrellato como contertulio polémico o reciclado en otro reality show, ojalá la vida lo lleve por esos derroteros.
Nos vemos en la finalísima. Por cierto, ¿quedan uno o dos programas?

 

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5 Comentarios

  1. «yo tarde o temprano voy a tener algo con una americana sí o sí » grande, de la Vega

    colocolo

  2. Pero Borja que sólo comparto nombre con el asturiano, de momento no tengo familia allí. Es un honor que todos los Martínez recuerden mi nombre y apellidos, no sólo Victoria. Me he reído un buen rato leyendo…
    He aquí al Borja que buscas https://twitter.com/BorjaPrincipe

    Borja Valdivielso

  3. Corina ha terminado con el policia. Sentencia lapidaria pero cierta. Gossip Li

    Pablo Londres

  4. Para mí el mejor momento musical fue Mi Vida Eres Tú de Rudy la Scala, canción que llevo en el ipod, mientras dieguito escribía ¿su diario?

    Manuel Ríos

  5. Para vuestra información, la gorra con hélice de Quique la venden en el Tiger, y sí, ya se ven por Malasaña

    cristobal fortunez

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