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Corina #3: épica imperial en 4 momentazos.

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Primera vez que me pareció corto un show de dos horas y media. ¿Qué querrá decir esto? ¿He caído en las redes de Corina? Puede ser, el Domingo en un episodio con altibajos hubo momentos apoteósicos y además me di cuenta de una cosa, creo que me estoy enamorando de Corina. Hasta ahora sólo había reparado y gastado mi prosa en los freaks protagonistas del show sin pararme un micro-segundo a admirar el carácter de nuestra princesa. Corina mola.  Tiene personalidad, carácter y sentido del humor. El sopapo que propinó al bandido indie madrileño fue de aplauso y en seis ocasiones ya, ha sufrido ataques de risa, signo inequívoco de que es una persona sana y divertida. Y sí, al igual que el gallego fan de la canción tres del disco de baladas de Scorpions, yo también oí el “Sweet Child of Mine” cuando la bella Corina apareció en la piscina, en bikini, con su camisa vaquera abierta y su rostro iluminado. ¡Qué belleza! Seguiré disfrutando del show, y como me pasa con Zooey Deschanel en “New Girl” o Khalessi en “Juego de Tronos” tendré un aliciente más aparte de la trama, la contemplación de la belleza humana hecha mujer. Con ella como la bella, Bruján como la Bruja maligna (¡cuanto hay de la Francine Gálvez de Confianza Ciega en esta mutación de Luján!) y los superhéroes y sucios villanos como pretendientes, me rindo una vez más a este cuento moderno donde sólo falta el rey y la reina, aunque subliminalmente, todos sabemos que están ahí. El pasado Domingo quiero resumirlo en dos sucesos y dos héroes. Sin más, rememoren, disfruten y comenten sus filias y odios por este simpar y cuentista tele-show.

El llanto del siglo: guapos limítrofes y Pau “Sopor” Muntaner.

El tópico guapo y tonto se cumple aquí con creces. Todo lo que acontece en el área de los guapos es vergonzante y por ello muy necesario. Su torpeza mental, sus  sonrojantes citas y sobre todo sus inter-relaciones personales son para mi muy imprescindibles. Torpes para elegir canciones en el karaoke, eso de pillar “Dos Hombres y un destino” de David Bustamante y Alex Casademunt además de ser muy gay denota un gusto infra-humano por el arte. Mentirosos por entrar a este show con novia, Alejandro, ¡eres un falso!, ¡un bandido!, un tramposo de dudoso gusto estético con camiseta roja con escote, un pecador de la pradera y además me temo que por el énfasis que ponías al cantar y bailar la tonadilla esa eres un indie mainstream del montón. Sosos y amebas también por afrontar las citas con Corina como si estuvieran charlando con un cactus con lo maja que es. Y limítrofes porque como decía el nuevo hallazgo del subdesarrollo humano “se puede ser guapo y ser persona” pero ellos resbalan en esta verdad universal.  En este elenco All-Star faltaba el tonto del bote y afortunadamente apareció gracias al deseo concedido a Corina que eligió la vuelta de, todos en pie, Pau Muntaner, el catalán de aspecto latinorro. Llegó como una apisonadora y se llevó a Corina a una cita catastrófica. Su jerga, a medio camino entre un taxista coñazo y un cuentacuentos argentino, provocó el bostezo y asco de la princesa. Se confesó maniático, mostró ser poseedor de una verborrea no sólo aburrida sino soporífera, confesó que tenía mucha “indignidad”, que no bebía nada (ni siquiera agua) y una serie de atributos muy poco populares para descubrir en una primera cita. Como rezaba el hit de EMF mientras conocíamos al galán latino “Unbelieveable”. Es el hombre hecho bostezo. Ahora sí, Pau Muntaner, salvó su personaje gracias a una increíble táctica, bautizada en mi seno familiar como “el llanto del año”. En un enfrentamiento de gallitos por hacerse con una cama que casi acaba a ostia limpia, nuestro galán al verse amenazado y vilipendiado verbalmente por cuatro tiparracos musculados (siempre van sin camiseta) en vez de liarse a mamporros y piños estalla en un llanto mariposón que descoloca a todos, incluídos los que estábamos en casa que estallamos en un ataque de risa sin parangón, de esos que te tienes que agarrar tus partes para calmarte. Lo que podría haber sido la primera pelea gay televisada de la historia rota de golpe y porrazo por una llanto/táctica inconmensurable. Desde hoy, el llanto del milenio.

Simpática anti-cita. Amor frenopático en la cafetería.

Era su gran oportunidad. Los simpáticos tuvieron a huevo otra ocasión para acercarse a la bella Corina y una vez más su cita terminó en uno de los momentos más singulares que ha dado la televisión española en sus 50 años de historia. Quique Tripi, Álvaro Rompetechos, el entrenador patizambo y el hombre del tercer ojo decidieron sacar a Corina de paseo. Para ello contrataron una larguísima limousina. Mientras viajan y beben champán sin parar notamos como se van encendiendo. Empieza entonces una imparable sesión ametralladora de preguntas que agobia y descoloca por primera vez a la princesa. A destacar una vez más una pregunta, por obra y gracia, esta vez mucha, de Quique Tripi. Entre preguntas coñazo sobre chicos ideales, qué busca una chica tan bella en un hombre y demás memeces, Quique, que ya nos tiene acostumbrados a fantásticas y tronchantes preguntas y declaraciones triposas cuando no viene a cuento y nadie las pide, se descuelga con un ¿cual es la mejor experiencia que has tenido con un animal? Quizás en boca de otro pretendiente menos espectral esta espectacular pregunta hubiera caído en saco roto pero viniendo de él tal insinuación cayó mal. Sabiendo del amor de Corina por los animalitos tal despropósito y delicada cuestión empezó a mosquear a Corina. Espero que Quique tenga más cuota de campaña en sucesivos episodios, soy fan, deseo fervientemente que no pare de preguntar cosas, a sus compañeros, a Corina, a Javier, a  Nahir… Pero volvamos a la limousina que finalmente aparca en un céntrico café del pueblo que sirve de escenario a este lisérgico show. En la cafetería, la típica de pueblo a la que tampoco es muy necesario llegar en limousina,  Quique Rompetechos, no contento con haberla cagado de lo lindo en la primera cita y al oir los primeros compases de ese meteórico hitáceo que es “Bailar Pegados “ de Sergio Dalma invita a nuestra princesa a bailar. Ahí, en una cafetería céntrica plagada de seres octogenarios, ahí, a las 12 del medio-día, ahí, sin venir a cuento agarra la mano de una reacia Corina y le propone un baile. Corina educadamente rechaza el baile y es ahí cuando por arte de magia estalla uno de los episodios más tronchantes de la noche. Esos compases de “Bailar pegados” como si de una potentísima droga o un megatron lleno de popper se tratara engorila hasta la médula a nuestros pretendientes que estallan en un éxtasis colectivo, se levantan como hipnotizados, y rompen a cantar al unísono el cursi himno del artista antes conocido como Josep Capdevila. Corina, obviamente quiere matarlos, no sabe donde meterse, si hubiero sido avestruz hubiera clavado su preciosa cabeza en el asfalto para esconderse y no verlos más, en la vida. Quique insiste en el baile, le ofrece cutremente una pulsera que se la había regalado a él otra persona, el hombre del tercer ojo le intenta sacar a bailar de nuevo pese a las continuas negativas de ella, los cuatro simpáticos se levantan de la mesa y cantan a voz en grito y sorprendentemente afinados “bailar pegados no es bailar, igual que baila el mar con los delfines, corazón con corazón, en un solo salón dos bailarines…”. Corina pasa del terror al ataque de risa. Una señora de esas con falda de tubo y calcetín ejecutivo color carne por debajo de la rodilla, al ver el jolgorio, quiere unirse a tal despropósito y saca a bailar al entrenador de basket patizambo y modelo en su imaginación. Nuestro simpático pretendiente acepta mientras un coro desgañitado de hombres sigue entonando el inmortal himno de Sergio Dalma. Lo recuerdo y sin querer aplaudo. La estampa de ellos tan motivados y Corina con dolor de estómago partiéndose la caja merece la mayor de las ovaciones. Escenón de amor frenopático en la cafetería y la prueba irrefutable de que los simpáticos jamás, o a menos que se extermine vía plaga chunga toda la humanidad menos ellos y Corina, tendrán la más mínima oportunidad de acabar con nuestra princesa.

Eminemcito, todos somos contingentes, sólo tú eres necesario.

Un personaje a explorar científicamente. Ya es una realidad. Sus dudas y desconocimiento acerca de cuando aparecieron en nuestra historia temas de actualidad tan candentes como la bisexualidad o el arraigo de la mujer por las labores domésticas y su asombrosa capacidad para narrar el presente a ritmo de rap le convirtieron en la revelación absoluta del episodio 3. Sin discusión. Al enterarse de la exótica bisexualidad de su simpático compañero de cabellera aceitosa estalló con un descriptivo y acertado rap, no se pierdan la lírica, leánlo imaginándose una buena base de por ejemplo Dr.Dre o El Jefe de la M “Igual sólo busca tu camino, da igual si eres bisexual o heterosexual, sal del armario, porque la verdad es que… nadie es así. Porque la verdad es que sólo tienes tú, es el que entiende esa forma de vivir”.  Puro arte.

Chino culero 4ever

Por cierto, se confirma al chino como Dios. Fan acérrimo de sus acertados y sensatos quejíos “para que me han traído una puta bici, cuando se puede ir en taxi” /“me estaba metiendo por el culo el sillín ese”, sus mentiras estrategas “me encanta la naturaleza” / “mentí, no me gusta nada la naturaleza, soy urbano, me gusta el aire contaminado. El aire fresco huele a puta caca” y sus constantes “piiiiiiis” a modo de censura le convierten en el Carlos Yoyas del momento, en el Pumares oriental, en el Miguel Noguera del mainstream. Chino vasco ayer, hoy y siempre.

Y con esta serie de catastróficas desdichas me despido esperando que el episodio 4 me siga inspirando para poder compartir con ustedes esta esperpéntica obra de arte llamada «Un príncipe para Corina»
Salud,
Borja Prieto
PD:
Resumen Episodio 1 «La bella y las bestias» aquí 
Resumen Episodio 2 «La Revancha de los Novatos» aquí

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13 Comentarios

  1. Eres más grande que Barcelona de noche, amigo.
    Gracias.

    Juanito

  2. El de la pulsera es Álvaro, no Quique, te has colao

    Pablo

    • Jarlll… cierto, pobre Quique…

      admin

  3. ¡Bravo! Hoy era difícil sacarme una sonrisa y gracias a tus palabras me has sacado varias. Este programa promete, una vez más la realidad supera a la ficción, ni el mejor guionista. Telica. Esperando volver a leerte en el próximo. Gracias.

    Gloria

  4. Pau es directamente retrasado. Rezaré para que te venga la inspiración el próximo domingo. Tus crónicas están a la altura del programa, que ya es decir. En casa te leemos con atención.
    JPP

    Julito

  5. In two words: UN BELIABLE

    Tu Gatita

  6. a mi el gif del chino-vasco me ha embelesado. Genial resumen 😉

    San

  7. Buenísima crónica y programa que parece que mejoró cuando yo me piré de la TV. Shit. A mi me flipaba el que cantaba RNB!!!

    Charile Sad

  8. No podría estar más en desacuerdo contigo, Borja, con tu relato de lo que pasó en la cafetería. ¿Que la niña esa no sabe dónde meterse por la verguneza? Amore, te estan garabando con cámaras de vídeo!!! Si eso ya de por sí no es dar el cante, pues no haberte metido en el programa. Que Corina tiene ¿Carácter? ¿Sentido del humor? Yo después de ver cómo se comportó con esos chicos que se lo curran recogiéndola el limousina, el haberse negado a bailar, aunque sea 5 segunditos, me pareció un tremendo desprecio por su parte. Muy propio de una auténtica hueca, como diría su padre, que al igual que yo, también es argentino. Porque negarse a bailar con el cara rara de Álvaro, vaya y pase. Pero cuando se pusieron a bailar entre ellos, cuando se le sumó la señora que había por ahí, yo casi me largo a llorar de la emoción. Me pareció un momentazo, la mar de bonito y dulce. Pero ella, sin entrarse de nada, con cara de repipi revenida. Live a little, niña! Me parece una sosa, una desabrida, y Dios me libre de acabar con alguien así en esta vida. Cero onda, la pobre, que se las da de princesa, y yo lo siento, pero llevar Mini shorts + Tacones, es de choni meloni de toda la vida de dios! Me encantó la bronca que le echó la hermana que, sin quiera haber estado allí, se dió cuenta de la enorme metedura de pata que tuvo con esos chicos. Insisto con la hermana, me encanta! Y cada día estoy más pendiente de que se líe con el evangelista, que también me parece súper buen chaval. De hecho he dejado de ser fan de capitán américa para hacerme fan de él. Ese momento en que se pone a hacer bíceps con el mini hombrecillo fué apoteósico! Este chico va a dejar que el resto de pazguatos se peleen por la sosainas esa, mientras él se asegura un rollete con la hermana. No sabe nada…

    Lo más del último programa: Pau, el catalán que habla incluso más que un argentino que encima se hacer pasar por psicólogo!!! ¡El colmo de los colmos!

    Aún en desacuerdo, adoro leer tus crónicas, Borja! Saludo grande.

    Name

  9. por favor no olvidarse: que Corina es simpática y es guapísima… pero ver una bandera vasca y no saber de dónde es… uffffffffffffffffffffssss! eso a Zooey no le pasa

    aggg

  10. Agg, ojo que ninguno de los tres supo de dónde era esa bandera! Entre eso, y el Ingeniero que no sabe hilar dos palabras, y que para cuando lo hace la caga….Yo estoy por apuntarme en Astrofísica; como tengo un tiempito libre…De verdad…

    name

  11. Fanisima del capitan america… despues de ver su streap tease (x llamarle de algun modo) creo q es un infiltrado en el grupo de los nerd… ya dudo que necesite esas gafas de pasta realmente… su timidez y sus frases tipo «cualquiera puede ser batman» me encantan….
    Post del cuarto capitulo, por dios!!!

    Tonyi

  12. Pingback: Crónica de CORINA #4: Un tripi agridulce. Un príncipe para Corina #corina4 (vía @pepitoprieto)

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